Publicado en Las Merindades.com de febrero 2014
Transitando en comunidad (y III)
La primera parte de este artículo (diciembre 2013) exponía la necesidad de relocalización, de enfoques integradores y de iniciativas surgidas desde la ciudadanía como una claves para una evolución sostenible; y daba la referencia de numerosos movimientos de comunidad y de movimientos teóricos alternativos que se están multiplicando por todo el mundo. La segunda (enero 2014) presentaba algunos de los conceptos sobre los que puede construirse una alternativa. Esta tercera y última da ideas de actividades que se pueden emprender en comunidad, refiere empresas sociales que lo están haciendo y propone que empecemos a trabajar en ello en Las Merindades.
Una comunidad que se apropia del hecho económico de serlo tiene un gran potencial. Si un grupo de personas demanda bienes y servicios que a la vez es capaz de satisfacer, puede cerrar el círculo creando negocios internamente. Si tales negocios son sociales –es decir, nacen para abordar asuntos como el bienestar común o la capacidad de respuesta colectiva ante adversidades (resiliencia)— y se emprenden de forma cooperativa, disminuirán el riesgo empresarial al compartir tanto el riesgo como la propiedad y las rentas que generen.
Las áreas de negocio que se pueden emprender en comunidad dependerán de los recursos disponibles en las personas que la componen y en el territorio que habitan. Algunos de ellos se reflejan en la ilustración.
Ámbitos de Negocio en Comunidad. Fuente: Proyecto Resivitas
Una comunidad puede ser a la vez proveedora y cliente de energía, de medidas de ahorro y eficiencia en el uso de energía y agua, de productos de huerta, de panadería y de otros alimentos. Puede facilitar el intercambio de las capacidades de las personas mediante bancos de tiempo, en una economía no monetaria. Puede transformar artículos que estamos habituados a tener en cada domicilio con capacidad excedente en los servicios que dan, y que son su verdadero objetivos –así, por ejemplo, si usamos lavanderías comunitarias en vez de tener una lavadora en cada hogar que se usa 1-2 veces por semana, liberaremos espacio en casa, ganaremos en comodidad, abarataremos cada uso, generaremos comunidad y crearemos empleo—. Puede poner en marcha grupos de compra, servicios domésticos compartidos, huertas lúdicas, costurerías, espacios para la infancia o tercera edad o un sinfín de otras actividades. Y puede abordar conjuntamente nuevos negocios cuya clientela no sean inicialmente las personas de la comunidad, pero que ayuden a dar viabilidad económica a la propuesta global.
El número de negocios sociales en comunidad que están abordando algunos de estos aspectos es ya alto y crece exponencialmente. A continuación se dan algunos ejemplos de ellos en España y Reino Unido:
– Goiener (Pas Vasco) y Som Energia (Cataluña). Cooperativas y negocios sociales cuyo fin último es que produzcamos la energía que consumimos. Por el momento comercializan electricidad verde a las personas que se asocian, a igual precio que las grandes eléctricas.
– La Fageda. Olot (Girona). Nace en 1982. Ofrece trabajo a adultos con discapacidad psíquica de la Garrotxa. Fabrica yogures, helados y mermeladas. Ofrece también servicios de jardinería. Gestiona una granja (250 vacas), con compostaje (uso propio y venta). Cooperativa sin ánimo de lucro. 270 empleados, 10 autónomos. 2012: 12,36M€, inversión 774.000€.
– Teixidors (Terrasa). Fabrican bufandas, chales, mantas, fundas, colchas, cortinas, etc. a partir de materias primas de alta calidad (lana, lino, seda, yak) con procesos ecológicos y telares tradicionales. Emplea a personas en riesgo de exclusión social.
– Green Valley Grocer (Slaithwaite, Inglaterra). Vende verdura orgánica/ local y panadería ecológica. Incluye producto de plantaciones en balcones de hogares. Cooperativa, negocio social de comunidad. En beneficios desde el 3er año.
– Coin Street Community Builders (Londres). Desde 1984. Ha transformado 5,25Ha en ruinas en espacio de uso mixto: cooperativa de viviendas, tiendas, restaurantes, cafeterías, parque, centros de ejercicio, cuidado de infancia, etc.
– Community Draught Busters (Brixton, Inglaterra). Rehabilitación para eficiencia energética en hogares y negocios. Asesoran, venden materiales y los instalan. Empresa sin ánimo lucro.
– Ovesco (Lewes, Iglaterra) y BWCE (Bath y Corsham, Inglaterra). Empresas de servicios energéticos de comunidad con generación fotovoltaica.
– Otros casos destacables en Reino Unido: Norwich Farmshare (granja de comunidad con espacio para venta. 3,5 Ha para 150 personas), Incredible Edible Growind Ltd (centro de enseñanza para iniciar mini-explotaciones agrícolas), The Big Lemmon (servicios de autobús con aceite usado como combustible), The Bristol Bike Project (reparación, venta y alquiler bicis 2ª mano), DE4Food (plataforma online para el encuentro de consumidores y productores de alimentación local, facilita nuevos negocios), Hestia Care at Home (servicios para asistencia a ancianos de la comarca), The Raven Inn (pub y alojamiento del pueblo, generando empleo local y sirviendo producto prioritariamente local).
Algunos de estos negocios y muchos otros han sido emprendidos en el entorno de los Movimientos de Transición. Más cerca de nosotros, en la comarca que rodea a Mungia (Bizkaia) nació hace sólo 14 meses Butroi Bizirik en Transición, como “un movimiento comunitario de transformación personal y social orientado hacia el bien común, la sostenibilidad y el aumento de la capacidad de respuesta ante impactos externos ligado a la comarca de Uribe-Butroi”, basado en la cooperación entre sus vecinos. En sus primeros documentos de trabajo, BBT refleja su objetivo hacer viable económicamente lo que es deseable social y medioambientalmente. Para ello, aspira a crear una Cooperativa Integral de Consumo paralela a BBT que, además de a consumidores o usuarios agrupe a productores de alimentación y de otros productos locales y ecológicos, en un negocio social que abarque varias áreas de forma que sean viables en su conjunto.
En sólo un año de trabajo, BBT ha reunido a más de 150 personas de la comarca; ha celebrado innumerables asambleas y reuniones de grupos de trabajo de energía, huerta, banco de tiempo, comedores escolares y otros, además de una docena de eventos (charlas, películas y excursiones); está cultivando en grupo uno de los tres terrenos que les han cedido; está preparando el aprovechamiento de una pequeña instalación hidroeléctrica; tiene preparado un banco de tiempo; y centraliza en un local alquilado el reparto de artículos de un grupo de compra con más de 100 referencias de productos ecológicos, preferiblemente locales. Además, varias empresas y negocios sociales afines en valores apoyan al movimiento reforzando su sentido y contenido. Sus perspectivas e ilusión son grandes, aun siendo conscientes de que deben tener paciencia consigo mismos porque no existe una fórmula infalible para acercarse a su visión, y, por lo tanto, deben experimentar.
Propuesta
Como colofón a este largo artículo en tres partes, la cuestión parece clara: ¿qué nos impide empezar a trabajar este tipo de movimientos locales en Las Merindades? En la siguiente página hay una convocatoria para que empecemos a investigar con qué contamos para hacer juntos, de lo que queremos, lo que podemos.
Hasta que allí nos veamos, recibe un cordial abrazo.
Alejo Etchart
Economista de Transición